Un cuento de cuna.

Querido pequeño te cuento una historia de tiempos de muerte, de tiempos de gloria. Yo nací en pueblito muy lejano que dicen algunos que fue condenado, ya que la peste mató a todos mis hermanos. Diezmados por la crisis, muchos murieron de hambre, de frío; la soledad y el abandono el dolor que se siento no puedo contarte pues es imposible contar tanto daño. Te cuento mi historia mi mundo era perfecto con hermosos campos y grandes montañas los bosques y ríos y el cielo y al aire tan puros y claros y tantas criaturas viviendo en el campo y todas ellas eran mis hermanos. Un día vinieron de tierras lejanas con nueva cultura con mucho engaño y en muy poco tiempo fuimos conquistados con el dinero maldito fuimos envenenados, no pienses pequeño que no hacemos daño pues nuestra codicia mató a la naturaleza, matamos los peces, envenenamos el agua, destruimos los campos, hicimos espadas, matamos al hombre en crueles batallas y envenenamos el aire luchando por nada, por vanas riquezas por falsas palabras. Un día la peste llegó a nuestra tierra llevando tristeza llevando miseria ,mi pueblo lloraba con mucha ira pensando en el tiempo que no buscaba riqueza que el cielo era limpio los campos hermosos pero era muy tarde dijeron algunos el dios está furioso y somos castigados pedíamos ofrendas pedimos regalos para calmar al dios al que le hacemos daño entonces mi pueblo fue engañado pagando tributo creyendo en pecados no sufras pequeño ya todo ha pasado el dios del dinero ya fue derrotado sus falsas palabras también sus engaños y de nuestra tierra él fue expulsado mi pueblo renace con nuevas ideas cuidamos el mundo cuidamos la tierra descubrimos que dios está entre nosotros en la naturaleza en toda las cosas que somos hermanos que somos iguales sin distinción de razas o clases sociales mi mundo renace con nueva esperanza espero que el tuyo no caiga en la trampa que no busque riquezas ni crean en falsas palabras deseo que tu pueblo encuentra el comino de proteger a este mundo ya que ese es su destino somos los guardianes de esta linda tierra venimos a ella sin traer nada y cuando nos marchamos nada nos llevamos salo nuestros sueños y nuestros recuerdos no busques riquezas que son temporales no danés el mundo por cosas materiales busca la riqueza en el corazón del hombre no en las cosas que tenga ni en su falsa riqueza pues solo acumula y construye por ego no piensa en la tierra no piensa en el cielo que lo contaminó por su ciega codicia que sólo es materia y no tiene vida destruye los campos destruye la vida destruye su casa y su gran familia el mundo la tierra y la naturaleza son la casa del hombre y su gran riqueza. Te dejo pequeño esta es mi historia

Autor:

Javier Hernandez